lunes, 9 de julio de 2007

Un pensamiento...

Cómo abrirte mi corazón para decir lo que siento... Cómo desnudar mi alma para que puedas ver la esencia, con total transparencia, sin capas de posible indiferencia o frialdad... Cómo hacerte saber que mis ojos se alimentan de la luz del sol para poder reflejar tu belleza...

Cómo decirte que para mí la espera no es problema, porque te anhelo y deseo como el alba a la mañana o la noche a las estrellas... Y si mi vida se apagara durante la espera, lo haría fiel a mis sentimientos. Sabiendo que te quise mientras en mí habitara un destello de vitalidad...

Aún así en mi ausencia el eco de mis pensamientos volará más allá de esta ciudad. Surcando el mar y el firmamento, como ave de paso sin rumbo evidente. Llegando entre otros lugares hasta la región que te vio nacer. Donde por un momento el tiempo se parará y retrocederá para revivir la escena de cómo una nueva chispa de vida llega a este mundo.

De la emoción del momento al ver la pureza de tu existencia. Del cielo caerá un suave rocio, que hará germinar una semilla aletargada. Creando una bella flor. La cual no sucumbirá ni a la sequia, heladas o lluvias torrenciales. Porque marca lo más preciado y valioso para mi persona. Esa eres tú.

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