sábado, 21 de abril de 2007

La realidad y el deseo...

Existen preguntas muy simples, pero no por ello sencillas de responder. La mayoría de ellas nos las hemos planteado al menos una vez en nuestra vida. Su característica principal es que, cuando surgen buscamos una respuesta concluyente, pero por más vueltas que le demos no llegamos a ella, porque escapan a nuestra comprensión y a su vez porque son preguntas abiertas.

En la que ahora me centro es la siguiente: ¿qué es la realidad? Si la plantemos, la mayoría de respuestas obtenidas son vagas, en el sentido: es lo que vemos, lo que podemos tocar… Pero si obtenemos una respuesta algo más elaborada, nos encontramos con la tendencia de pensamiento de ese individuo, que surge por su experiencia, vivencias, ideas, sueños...

Para una mente puramente racional, podría definir este planteamiento como una suseción de señales eléctricas, que producen una respuesta como consecuencia de los percibido del exterior. Por tanto es relativa, porque cada ser humano tiene sus filtros. Ni mejores ni peores, pero les produce una percepción determinada.

A partir de esa idea de realidad surgen los deseos, o también llamados aspiraciones...Por ser, tener, conseguir, llegar...Alimentados de esperanza....y acompañados por sueños... Conviertiendo nuestras vidas es un campo de cultivo para conseguir esos pequeños logros que nos acerquen un poco más a la felicidad. Que aunque sea efímera, el momento que se siente y vive es vital.

Por ello, nuestros deseos condicionan la realidad y ésta a su vez nuestros deseos. Una retroalimentación continua que nos lleva a conseguir aquello que queremos.

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