lunes, 28 de mayo de 2007

Distancia...

Sombras del pasado... Grises figuras difusas que ya nadie espera... El recuerdo de esos momentos en mí languidece, al ritmo que pasan los días... A la velocidad que las olas mueren en las rocas. La distancia que nos separa crece a cada instante. Mientras la vida sigue su curso a un ritmo constante.

Deja de mirar al horizonte hacia donde me dirigí. Yo ya vuelo alto y libre lejos de todo. Mira al frente y a tu alrededor, pero no más allá de donde puedas llegar o tener.

Entrégate a aquellos que lo puedan necesitar y alimenta así tu necesidad de que alguien te considere importante para su estabilidad.

Ahora me encuentro fundida entre el cielo y el mar... Somos tres elementos unidos en uno. Ese ha sido mi despertar. Ahora soy yo.

Miedo...

...A buscar y no encontrar…

Miedo a vivir sin amparo o consuelo…

Miedo a caminar sin rumbo o dirección…

Miedo a caer, porque el éxito tiene muchos padrinos, pero el fracaso es huérfano…

Miedo a la incertidumbre…

Miedo a separarme aunque sea un segundo de ti y no volverte a ver…

Pero, no tengo miedo, porque siento que la suerte está conmigo a cada paso que doy por la senda de la vida.

Te entrego mi mano. Si así lo deseas, cógela. Podrás apoyarte en ella cuando resbales y no caerás. Podrás tener todo aquello que te ofrezco y ver todo lo que te muestro… Tan sólo es decisión tuya.

No me importa si lo haces o no, porque siempre estaré ocupando algún rinconcito sobre esta tierra, intentando hacer lo mejor en cada momento. Allá donde esté pensaré en ti.

viernes, 25 de mayo de 2007

La dama de mar

La busco en el mar, en mis sueños, en mi realidad, en mi insomnio y en la vigília... Al caminar o al parar... Pregunto por las calles por ella... Saben de su existencia, pero nadie es capaz de dirigirme a su encuentro... Un indicio, una pista... Tan sólo pido eso...

Deseo dibujar una sonrisa en sus labios, acariciar su alma con mi mirada... Reflejarme en sus ojos y saber que es mía... Sentir su piel contra la mía... El fuego contra el hielo... Por último guardarla como el tesoro entregado más preciado. Protegerla con mi vida, hasta el último día de la misma.

Mis pasos llegan hasta el mar, donde éste me frena. No me permite seguir mi camino. En ese momento me pregunto qué habrá más allá de ese horizonte.

Qué no daría por volver a tocarla... Su piel morena, tostada al sol. Escuchar su dulce voz y su suave murmullo... No me importa luchar contra su guardián que la protege y rodea. Sé que lo venceré, como tantas veces antes...

Ella sabe que aún lejos está en mi pensamiento y aguarda mi regreso. Para ofrecerme su rubia arena. Sus largos días a la brisa de su guardián y del sol radiante que alimenta su piel para que de su entrañas nazcan delicadas flores que le dan colorido a su piel morena.

domingo, 20 de mayo de 2007

Un instante...

Para parar y pensar... Recordar, analizar... y mirar al frente. Allá a lo lejos hacia donde se dirigen tus pasos. Lentos, pausados y seguros. Sin tiempo para volver al cabeza hacia el camino recorrido.

Aún así llegan recuerdos de aquellas personas que han pasado por tu vida dejando una muestra de su ser grabado a veces en la piel, otras en la conciencia y muy pocas en el corazón. Arrancan sonrisas, cariño, añoranza, sensibilidad. Haciendo recordar que eres el ser que ahora representas gracias a todo lo que han depositado en ti. A veces mucho, otras poco, pero siempre de un valor incalculable.

Ese es el valor incomparable del ser humano y la diferencia principal entre unos y otros. Ni mejor ni peor. Tan sólo es así de rico y diverso. La suma de muchas partes que es a su vez la nada y el todo unidos sin barreras definidas, sin distancias, sin condiciones...

Únicamente tú...

domingo, 13 de mayo de 2007

Aromas...

Al despertar, a mis sentidos llegan de una manera lenta y delicada, sonidos y perfumes que estando en el presente parecen despertar del pasado, de mi niñez y devolverme por unos segundos al calor del hogar, a la cocina con su mezcla de delicados olores: manzanilla, romero, leche caliente y recién ordeñada... y esa voz suave y entrañable que entona bonitas canciones tradicionales, mientras prepara con toda dedicación el desayuno de su niña, yo.

Todo eso queda atrás... Añoranza, sensibilidad, ternura... Estas sensaciones bullen en mi interior y producen que se dibuje una sonrisa afable, dándole un pequeño impulso al día que comienza hoy.

Espero que aún en la distancia esa persona que me vio nacer y crecer, sea feliz, llevando la vida más tranquila posible y viendo como su pequeño pajarito vuela cada vez más alto en la vida.

El día que cambie su de vivienda, la buscaré en el cielo, hasta encontar la estrella que le corresponda. Aquélla que más brille en el firmamento e indique el sur. Donde está mi tierra...

domingo, 6 de mayo de 2007

Cómo...

...tocar tu corazón al decir te quiero... A través de cálidas palabras, gestos, una mirada...

Realmente no sé la manera, aunque lo busco de forma incesante, allá donde mire, sin percatarme del desencadenate de la situación. Conozco el resultado, pero no la manera de llegar hasta él.

Mientras cada día, me regala un giño de alegría y yo le respondo con el reflejo de su belleza en mis ojos a través de una mirada alegre e ilusionada.

Aquí dejo mis palabras y las lanzo al viento para que la brisa las mueva hasta los oídos que las quieran escuchar, los ojos que las quieran ver, las almas que las quieran acoger y el corazón que las quiera poseer...

No existen barreras para lograr que lleguen a su destinatario. No hay montaña lo suficiente alta, ni desfiladero lo suficientemente escarpado, ni mar tan embrabecido que resulten freno a las palabras que van impulsadas con el corazón y dirigidas con la razón.

Llegarán... No se sabe cuando, pero lo harán, para no marchar jamás y pertenecer a la esencia personal de ese corazón que espera poder, algún día, estar junto a mí...

Cerca o lejos, siempre te querré...