lunes, 28 de mayo de 2007

Distancia...

Sombras del pasado... Grises figuras difusas que ya nadie espera... El recuerdo de esos momentos en mí languidece, al ritmo que pasan los días... A la velocidad que las olas mueren en las rocas. La distancia que nos separa crece a cada instante. Mientras la vida sigue su curso a un ritmo constante.

Deja de mirar al horizonte hacia donde me dirigí. Yo ya vuelo alto y libre lejos de todo. Mira al frente y a tu alrededor, pero no más allá de donde puedas llegar o tener.

Entrégate a aquellos que lo puedan necesitar y alimenta así tu necesidad de que alguien te considere importante para su estabilidad.

Ahora me encuentro fundida entre el cielo y el mar... Somos tres elementos unidos en uno. Ese ha sido mi despertar. Ahora soy yo.

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